Murmullos del silencio
Tiene doce años y una gran personalidad. Le encanta la música y expresarse a través del piano. Cuenta su abuela que él sabe tocar cerca de mil piezas musicales y no le cuesta ningún trabajo aprender otras más.
Tiene buen carácter y le encanta charlar con las personas a las que conoce con la mirada de sus manos y el timbre de la voz que su privilegiado oído de músico reconoce de inmediato. Sus ojos le impiden ver el mundo, los colores, pero Joan Gibran Whaybe Medrano posee una sensibilidad que lo hace único. Es un niño genio, ciego de nacimiento. Y es también, un niño autista.
Con un repertorio de más de mil canciones interpretadas en piano, Joan Gibran Whaibe Medrano deleita igual a niños que a adultos, ya que canta y toca música clásica de los 60's, 70's e infantiles, que van desde las canciones tradicionales de Cri-Cri, hasta los más modernos estilos.
Tiene 11 años de edad y su capacidad de retención, información y habilidad con los dedos, le permite escuchar e inmediatamente interpretar canciones que su padre, Juan Whaibe Arredondo, le pone en un pequeño reproductor de discos compactos.
Sus primeras muestras de talento se notaron cuando tenía dos años de edad, justo en el momento en que su tía Erika le regaló un pequeño teclado, del que exploró cada tecla y sonido que emitía.
Fue a los cuatro años cuando consiguió su primera interpretación: el Himno a la Alegría, de Ludwig Von Beethoven, que aprendió sin la necesidad de un maestro o familiar que le enseñara.
Así, Joan logró el gran repertorio musical que actualmente interpreta y que característicamente abre con "Imagina" de los Beatles y cierra con Andrea Bocelli.
Este niño canta en inglés, italiano, español y francés, idiomas que ha aprendido al escuchar los discos que le regalan sus padres, familiares o hasta la gente que lo llega a reconocer en la calle, pues ha participado en diversos eventos públicos de varios municipios de Tlaxcala.
Sabe canciones de Bocelli, Creedens, The Beatles, Bee Gees, Beethoven, Manzanero, Mozart y Cri-Cri, pero está abierto a escuchar y aprender cualquier copla de artistas que canten y toquen el piano "lo que a mí me gusta hacer".
Tiene cientos de discos con los que aprendió a interpretar su música, pues él realmente no sabe qué es una nota musical, sólo aprendió a conocer cada sonido de las teclas y después a crear música en su piano.
El autismo no es obstáculo
Sabedor de su problema de autismo y ceguera provocada por un retinoblastoma bilateral -un tumor canceroso- que le fue extirpado a los cinco meses de vida, es un menor con ganas de aprender de vivir, de mostrar a la gente su gusto por la música.
"Me gusta que me aplaudan para seguir cantando, porque los aplausos me llenan", dice sin empacho.
Tiene 11 años de edad y su capacidad de retención, información y habilidad con los dedos, le permite escuchar e inmediatamente interpretar canciones que su padre, Juan Whaibe Arredondo, le pone en un pequeño reproductor de discos compactos.
Sus primeras muestras de talento se notaron cuando tenía dos años de edad, justo en el momento en que su tía Erika le regaló un pequeño teclado, del que exploró cada tecla y sonido que emitía.
Fue a los cuatro años cuando consiguió su primera interpretación: el Himno a la Alegría, de Ludwig Von Beethoven, que aprendió sin la necesidad de un maestro o familiar que le enseñara.
Así, Joan logró el gran repertorio musical que actualmente interpreta y que característicamente abre con "Imagina" de los Beatles y cierra con Andrea Bocelli.
Este niño canta en inglés, italiano, español y francés, idiomas que ha aprendido al escuchar los discos que le regalan sus padres, familiares o hasta la gente que lo llega a reconocer en la calle, pues ha participado en diversos eventos públicos de varios municipios de Tlaxcala.
Sabe canciones de Bocelli, Creedens, The Beatles, Bee Gees, Beethoven, Manzanero, Mozart y Cri-Cri, pero está abierto a escuchar y aprender cualquier copla de artistas que canten y toquen el piano "lo que a mí me gusta hacer".
Tiene cientos de discos con los que aprendió a interpretar su música, pues él realmente no sabe qué es una nota musical, sólo aprendió a conocer cada sonido de las teclas y después a crear música en su piano.
El autismo no es obstáculo
Sabedor de su problema de autismo y ceguera provocada por un retinoblastoma bilateral -un tumor canceroso- que le fue extirpado a los cinco meses de vida, es un menor con ganas de aprender de vivir, de mostrar a la gente su gusto por la música.
"Me gusta que me aplaudan para seguir cantando, porque los aplausos me llenan", dice sin empacho.
